Ayer, 9 de julio de 2011, un nueva nación se sumó a la larga lista de estados independientes que pueblan la Tierra. Sudán del Sur es, desde ayer mismo, el cuadragésimo primer país más grande del mundo, con más de seiscientos mil kilómetros cuadrados. Sudán, el país del que se han independizado los sursudaneses, deja de ser el país más grande de África (el honor se lo queda Argelia), y desciende de ser el décimo país más grande del mundo hasta el puesto 16. Por población, Sudán del Sur ocupa el puesto número 94 en el mundo, con poco más de ocho millones de habitantes, situándose entre los Emiratos Árabes y Honduras. Sudán, por su parte, baja del puesto 32 al 40 en la lista de los países más poblados del planeta. El país recién nacido se convierte también en el cuadragésimo quinto país sin salida al mar, uniéndose a sus vecinos etíopes, centroafricanos y ugandeses. En total, Sudán del Sur comparte casi cinco mil kilómetros de fronteras con seis países: Sudán, Etiopía, Uganda, Kenia, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana. Hasta aquí la información puramente geográfica, pero, ¿qué viene después?
Celebraciones por la independencia en Juba, capital del país (fuente).
Montar un país desde cero no es una tarea sencilla. Dejando a un lado los enormes problemas económicos, educativos y bélicos que enfrenta el país (sólo en 2011 más de dos mil personas han muerto en choques tribales), un estado necesita himno, bandera, moneda, dominio de Internet, esa clase de cosas. La bandera, como se puede ver en la foto sobre estas líneas, ya es un tema solucionado, se ha usado la del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán, y sus colores representan la paz (el blanco, no deja de ser una ironía que la bandera de una guerrilla incluya una mención cromática a la paz), la tierra (verde), el Nilo (azul, evidentemente) y la gente (el negro). La estrella de cinco puntas (la Estrella de Belén, Sudán del Sur es mayoritariamente cristiano) representa la unidad entre los pueblos y etnias del país. El himno del país lo han compuesto este mismo año profesores y estudiantes de la Universidad de Juba. Se llama South Sudan Oyee!, y glorifica a Dios, la patria y los patriotas que murieron luchando por la independencia.
Celebrando la independencia al estilo futbolero (fuente)
Una de las condiciones para la existencia de un Estado como tal es el reconocimiento internacional. El primer país en reconocer a Sudán del Sur fue precisamente Sudán, seguido de Alemania y Egipto. Estados Unidos lo hizo ayer mismo, al igual que China y Gran Bretañajunto con tres docenas de países más, entre ellos España y gran parte de la Unión Europea. El próximo día 13 se debatirá en la ONU la entrada del país en la organización, que será aprobada al día siguiente; la bandera sursudanesa se izará junto con las otras 192 ya existentes en una ceremonia inmediatamente posterior.
La moneda de Sudán del Sur, de momento, sigue siendo la misma que la de su vecino del norte, la libra sudanesa, al igual que los sellos de correos. Durante los próximos meses se comenzarán a valorar los diseños para la libra sursudanesa y para los primeros sellos de correos. Los pasaportes tendrán que esperar a que se resuelvan ciertos acuerdos pendientes con Sudán acerca del derecho de ciudadanía sursudanesa, por lo que, por ahora, también se usarán los del vecino septentrional. Respecto al dominio de Internet, la cosa no es sencilla tampoco. Sudán ya posee el .sd, y el .su, que sería el lógico, estaba asignado a la Unión Soviética. Los sursudaneses han solicitado el .ss (South Sudan), pero las asociaciones mentales con las SS nazis son inevitables, por lo que parece que la solicitud podría ser rechazada.
Pero el problema de definición e identidad más grave al que se enfrenta Sudán del Sur es básicamente el de dónde empieza y acaba su territorio. Sus fronteras, concretamente las que comparte con el país del que se ha independizado. Tres regiones se mantienen en disputa. Dos de ellas (el estado aún sudanés del Nilo Azul, y los Montes Nuba) supuestamente han de celebrar un referéndum para decidir si se unen a Sudán del Sur o permanecen como hasta ahora, mientras que la tercera, Abyei, está en un estado de disputa tal que pone en peligro la misma paz alcanzada en 2005.
Mapa de los dos Sudanes. En azul, Sudán del Sur. En Rojo, los estados del Nilo Azul y Kordofán del Sur, que podrían unirse en un futuro a Sudán del Sur. En amarillo, Abyei.
Abyei fue uno de los puntos de desencuentro más importantes a la hora de alcanzar los acuerdos de paz de 2005. Es una zona que llegó a aportar el 25% de la producción total de petróleo de Sudán y aunque su aportación se ha ido reduciendo y se cree que sus reservas están cerca de agotarse, por ella pasan varios oleoductos que el Norte quiere seguir controlando. La zona estuvo bajo el control del Sur hasta el pasado mes de mayo, cuando, tras una emboscada en la que murieron 22 soldados sudaneses, el ejército de ese país ocupó a sangre y fuego la región, forzando a más de veinte mil personas a huir hacia el sur. Este hecho fue calificado como acto de guerra por el gobierno sursudanés, y ha obligado a posponer el referéndum en la región, que supuestamente iba a ser simultáneo al que se celebró en enero en el territorio sursudanés. Actualmente el proceso está completamente paralizado, y la tensión entre los dos sudanes es enorme.
La ciudad de Abyei (fuente), destruida por completo, en mayo de 2008, tras choques armados entre los dos sudanes. Los treinta mil residentes de la ciudad tuvieron que huir a campos de refugiados hasta mediados de 2009, cuando comenzó la reconstruicción.
¿Qué futuro le espera a un país en el que el 1,8% de la población ha acabado la escuela primaria, en el que las infraestructuras más básicas son una quimera y en el que la mortalidad infantil alcanza el 10%? Es difícil saberlo, y hay análisis para todos los gustos, pero la mayoría son poco halagüeños. En el discurso de proclamación de la independencia el presidente Kiir afirmó que Sudán del Sur no sería un estado fallido, pero el hecho es que son muchos los que creen que así será. La paz, que depende mucho de sus relaciones con su vecino del norte, será el primer paso. A partir de ahí, buena suerte, sursudaneses.
Fuentes y más información: BBC Mundo (2, 3, 4, 5), Wikipedia (2, 3, 4), Washington Post, La Vanguardia, ABC.
Jubanos, un interesante documental de Televisión Española acerca de los sursudaneses que fueron enviados a estudiar a Cuba por John Garang, padre de la independencia del país, y que ahora forman parte de la élite de la nación recién nacida.
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